Faltó «muñeca».
Es verdad que el género del terror en el cine es de los que más fácilmente recibe críticas despiadadas y ha sufrido con mayor impacto la creciente pérdida de la capacidad de asombro de los espectadores, pero este spin off de «El conjuro» (2013) tiene algunos puntos rescatables, no obstante que desde el público varios manifestaron su decepción.
«Annabelle» (2014) posee un par de momentos de esos que posteriormente se niegan en público pero en la interna efectivamente logran asustar, sin embargo su hilo de continuidad no es igual de fluido que su antecesora.
Por ejemplo se explota poco el hecho de que la muñeca realmente existió, dándole otro cariz a la historia. Igualmente el inicio y esa suerte de remate se hacen insulsos como nexo común y esto se suma a ciertas apariciones previsibles y la decepción por otras secuencias que no ocurren.
Al igual que en «El conjuro» la espera por el clímax puede ser un poco larga y en este caso se hace más tediosa por la monotonía de sus personajes principales. De hecho, la muñeca en sí a pesar de titular el film a ratos pareciera ser un secundario sin importancia y eso le resta demasiado a un film donde uno espera todo lo contrario.
«Annabelle» es una mixtura extraña entre dos o tres golpes que erizan pelos escondidos en un pajar de clichés del género, es decir y como es la constante de las carteleras contemporáneas de terror, verla, es un riesgo.
Recomendación: Regular. Tiene un par de ciertos pero que dudosamente avalan los traspiés predominantes.
EL CITÉ DE BUYINSKI 