La dimensión Darko
Ver «Donnie Darko» (2001) es adentrarse en un clásico del nuevo cine psicológico, de romance con Hollywood pero sello independiente, de esas películas que remece al espectador, lo descoloca y se queda en su inconsciente.
Es cierto que su entramado va generando toda clase de suposiciones y exige mucho del público, pero independiente de la resolución, no para todos los gustos, «Donnie Darko» inquieta y no necesita explicar nada para avalar su particular estilo.
Jake Gyllenhaal es el conductor del convoy de Richard Kelly, con un guión sorprendente, un viaje a la dimensión desconocida para esperar lo que sea con garantía de generar sensaciones de quien la ve.
Es cierto, es rústica, a ratos «wtf», pero aún así supo ganarse su lugar de nuevo clásico, alternativo, fuera de lo usual, con sus propios parámetros ¿y saben qué? se lo merece por todo lo anteriormente mencionado.
Además de consignar su destacada banda sonora, mencionar que las expectativas deben estar aterrizadas para quienes la ven por primera vez; verla desprejuiciado y sin mayores mociones contribuye a que alcance el efecto deseado.
Recomendación: Muy interesante. Psicológica, con toques bizarros, negros, fantasiosos y comunes. Buen cóctel.
EL CITÉ DE BUYINSKI 