Enclavado en medio de los subniveles de Corpartes, fundación sin fines de lucro (…) de la bancaria Corp Banca en Las Condes, esta debe ser de las exposiciones o retrospectivas que han generado más expectación por su buena acogida en redes sociales y porque tiene un tiempo más que suficiente para poder visitarla antes que se retire luego de varios meses.
Sin embargo, todo ese tiempo de exhibición contrasta con el que deben esperar los que quieren ver «Obsesión Infinita» de Yayoi Kusama y luego, lo fugaz del montaje, más denso de lo esperado, mucho más psicológico que luces encendidas titilando o el gusto a poco que recorre las emociones de quienes llegan al último cuarto de la ruta con la sensación de haber quedado con las ganas de un remezón más importante para comentar.
Partiendo por el sistema de apertura, la manera de entregar los pases, la distribución, los «peros», la desilusión y frustración de los que no alcanzan día a día a entrar, sin mencionar la ubicación impopular de panoramas culturales solo en zonas acomodadas de la capital, la expo va sumando contras que aunque ajenas, destiñen el entorno de lo que vamos a ver. De hecho, aunque se sortee con éxito la cruzada, bajo techo continúan los yerros.
Consignando que por ley de donaciones culturales el grupo Corp rebaja impuestos, llama la atención que las visitas guiadas -cobradas- se hagan sin ninguna boleta de por medio. Aún así, al acudir a la hora señalada, se sugeriría algo de criterio para señalar que esta es una muestra más bien para adultos y no -aunque suene discriminatorio- para recién nacidos, niños inquietos o menores que no entiendan lo que pasó por la cabeza de la octogenaria japonesa al decidirse por darle un peculiar perfil a su arte. Sigue leyendo
EL CITÉ DE BUYINSKI 