[CINÉFILO PROMEDIO] «Madame Web»

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Sin red

No parte «tan» mal «Madame Web» (2024), incluso para tratarse del género de superhéroes, sin embargo, su falta de chispa, de una mínima cuota de coherencia y seguidilla sinfín de momentos inexplicables y toscos argumentalmente, la hacen, por lo menos, una cinta cuestionable, insisto, en su propio hábitat de fantasía, lo que ya es mucho decir.

En el fondo la propia Dakota Johnson no recibe justicia en un film condenado al desastre. Desde las aventuras de Spider Man con Tobey Maguire y Andrew Garfield o la irrupción animada de Miles Morales que Sony no ha hecho más que basura a la hora de generar contenidos complementarios a modo de satélite de los trabajos más decentes generados desde Marvel / Disney; Morbius, Venom no son más que productos olvidables y un desperdicio de recursos que en esta oportunidad, pese a ser más modestos, son un despilfarro con resultados aún más deficientes.

El ramillete protagónico, especialmente Johnson, merecían mejor suerte, pero es difícil justificar lo inconexo, el por qué no se es más explícito en algunas pistas y referencias al mundo de Peter Parker ¿por qué? ¿qué quiere realmente el antagonista? ¿cómo no es posible actuar al revés? generar un contenido decente y agregarle solo un toque que genere ese vínculo, de paso invertir más en buenos díalogos, mejor guión. No, acá todo queda en ese «a medias», ese cuociente criticable de sentir una película hecha con apuro, sin definiciones, como sketch alargado, en un sucedáneo injustificable.

Con más o menos bostezos, replicando el compromiso en pantalla de varios de los personajes y con muchas más preguntas que respuestas, «Madame Web» paga caro sus indecisiones, su falta de certezas y nexos en que se basaría, si es o no una cinta de superhéroes y en vez de enfocarse en ser una buena película por sí misma. Al final termina como un mero prólogo, carente de sentido y separándose de las promociones que enfatizan algo que viendo la cinta, no está ni cerca de concretarse. Postdata para decir que el cast está hecho de forma rarísima.

dado2Recomendación: Débil. Una lástima. Demasiadas indefiniciones y cabos sueltos para una sola película.

[CINÉFILO PROMEDIO] «Misión: Imposible. Sentencia mortal – Parte uno»

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Ese magnético impulso suicida

Entre los cinéfilos ya es un dicho conocido que «no hay película mala de Misión Imposible». Y es que la saga de Tom Cruise en las últimas décadas ha eclipsado totalmente el nicho que antaño tenían otras marcas registradas de acción que no supieron reinventarse o simplemente se dejaron morir por falta de ideas. En esta nueva aventura, el rol de Ethan Hunt nuevamente es puesto a prueba de formas inconmensurables y reafirmando el punto anterior, con el habitual magnetismo de exhibir en pantalla, ese impulso suicida que lo ha llevado al límite en las secuencias de acción.

«Misión: Imposible. Sentencia mortal – Parte uno» (2023) lejos de ser una película «a medias» por tratarse de un prólogo del descenlace real, es todo lo que conocemos de esta saga, extremando recursos y reduciendo como siempre el mapa mundial a un mero patio trasero donde se desarrollan las diferentes justas y ardides. Si Hayley Atwell ya había enamorado a miles desde su irrupción masiva en Marvel, acá terminarán de adorarla. Y por cierto hay varias caras conocidas más que también se suben a la aventura.

Quizás lo más débil de este tramo sea el guión que en perfiles de personajes, resolución de escenas y también forma general, sintiendo a esta altura el desgaste de una franquicia de por sí monotemática. No por nada en otros años, la televisión la acogía como serie periódica y la pantalla grande si bien ha diversificado el universo donde propagar las odiseas, el foco central se mantiene.

«Misión: Imposible. Sentencia mortal – Parte uno» es altamente entretenida, ágil de ver, disfrutable. Ni siquiera hace necesaria ver las precuelas, pero innegablemente hay cosas que se entienden mejor desde el episodio uno y como en pocos casos, cada capítulo vale la pena.

dado3Recomendación: Muy buena. Mantiene la vara alta de una saga ya clásica.

[CINÉFILO PROMEDIO] «Free Solo»

Pasión absorta

Pasión absorta

Una verdadera locura pero, ¿quiénes somos para juzgar, con nuestros prejuicios y carga propia, la búsqueda de ideales en el resto de los mortales? Apenas una de las reflexiones que deja este premiado documental, que logra quitar el aliento, generar cavilaciones internas y expectativa por la historia.

En poco más de una hora y media, «Free Solo» (2018) da cuenta de la vida de Alex, un escalador de modalidad integral, libre, sin elementos de seguridad o de apoyo, pero no solo imponiendo su postura frente a un reto puntual sino que exhibiendo la mirada particular a su entorno, su forma de ver la vida, las particularidades, excentricidades e incluso posibles causas. Es curioso en ese campo como se agudizan ciertas miradas en el espectador para con ese ambiente y qué implica para conseguir sus objetivos.

Destaca además de la historia y el montaje de sucesos, un manejo de los escenarios por momentos, abrumador. Paisajes que se suman como un actor más en el metraje y su desarrollo. En la otra ala, el documental tiene los valles tradicionales y un relato más bien convencional en el ritmo, solo matizado por los quiebres que propone el propio protagonista.

«Free Solo» es un buen documental. Tiene una modalidad bastante convencional donde el vértigo en realidad pasa por la historia que se cuenta más que por el atrevimiento en las tomas o el hilo narrativo. Cumple con el objetivo de hacernos mirar con los ojos del protagonista, algo particularmente complejo dada su personalidad y concentración, es decir, la empatía y conexión del público con el relato es uno de los grandes triunfos de este metraje.

dado3Recomendación: Buena. Imperdible para amantes de la escalada. Pasión, límites e historia de vida para sumar.

[CINÉFILO PROMEDIO] «Barbie»

No todo es color rosa

No todo es color rosa

Cierto es que «Barbie» (2023) consigue más de lo que se esperaba. Greta Gerwig comanda una aventura por la que muchos -me incluyo- no dábamos un peso en la previa, merced a una desconfianza bien ganada por las deslavadas adaptaciones de juegos o juguetes con escaso éxito, aceptación pero sobretodo, bajísima calidad en múltiples flancos. Entonces con una vara tan superficial y con acento en ese contexto desafrtunado, esta pasada suma bastantes positivos.

Impensadamente, la película de la icónica muñeca, resulta. Con sátira, fantasía, ingenuidad, cuadros burdos que remarcan el sarcasmo mismo de la historia y un elenco muy entregado a una propuesta poco convencional, audaz y con aspiraciones bastante transversales, al margen de ciertos momentos y chistes, todo encaja sin aspavientos.

Hay quienes pudieran llamarla una «toy story» para adultos o una manifiesta declaración feminista de preceptos que otras cintas sólo esbozaron. Sin embargo, podría también decirse que es la curiosidad del espectador frente a esta experiencia desconocida, de sketch transgresor y sin muchos referentes conocidos, lo que hace de «Barbie» una verdadera incógnita donde efectivamente, se espera poco, no obstante, el resultado reivindica sus esfuerzos para situarla en una cinta bastante aceptable e interesante.

Fuera de los mencionados méritos, no todo es color rosa. He aquí una película interesante pero inmersa en un ambiente de otras cintas mucho mejores pensando por ejemplo en la temporada de premios. Sería una lástima pensar que las meras proclamas de género eclipsaran la entrega de los actores, el mérito de un guión simple, decente y directo. «Barbie» es interesante pero otorgarle el carácter de cinta definitiva o por el contrario, de semilla para una posible saga es innecesario. Funciona, tiene líneas transversales y hasta un lindo mensaje, pero no deja ecos posteriores o reflexiones fuera de sus peculiares momentos. En eso si será recordada; en recrear una visión, con atrevimiento, compromiso pero sin infundirle más virtudes que las antes mencionadas, por el mero hecho de materializarse.

dado 4Recomendación: Interesante. Funcional. Una osadía que cae bien aun sin descollar.

[PERSONAL] Hasta pronto don Pipe

Ya cerca de una semana desde esa impensada confirmación de la partida de uno de los profesionales más cercanos y queridos con los que compartí en mis primeros años en radio. Un tipo de apariencia áspera y lejana pero que en la cotidianidad, aprendimos a conocer, marcando nuestra forma de trabajar, de relacionarnos y de comprender cómo es la mecánica de un medio de comunicación, sus precariedades y limitaciones pero también, cómo no, sus invaluables e indescriptibles satisfacciones.

Felipe Vuletich Silva, mucho más que un radiocontrolador, fue un formador de profesionales de las comunicaciones. En la publicación de Facebook que hice al respecto, mencionaba aquello de su rol de mentor «a pesar» de sus propias intenciones. Sin duda no se lo planteó a propósito, pero el día a día fue haciendo necesario, en los distintos frentes que lo vieron como uno de sus pilares, que fuera la guía de los recién llegados, quien los sacudiera haciéndoles ver que era hora de mostrar sus cartas, de pulir con celeridad y mayor precisión sus dotes y básicamente, de dejar de jugar y ser eslabones de una cadena sacrificada como la que supone siempre ser parte de un medio de comunicación, más aún en tiempos donde ya costaba ser sustentables y a la vez mantener rangos de calidad.

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Autocitándome, he de describir a don Felipe como un hombre práctico, de vieja escuela, de códigos y sentido común. Vuletich fue un referente y como decía, una suerte de padre para moldear a los más jóvenes; regañando, ironizando pero también valorando esos progresos. En lo personal, partí tarde en esto pese a saber toda mi vida a qué me iba a dedicar. Quizás esa madurez me ayudó a comprender mejor lo que hacía y saber cómo llevarlo, con todos mis ripios a cuestas.

«Felipao», decía Sotomayor, «Vuletich», Castro. «Felipe», Zamorano. Cada figura que subía por la escalera de acceso al tercer piso de Fanor Velasco #11 en Radio Portales de Santiago, tenía su marca para darle el saludo a quien ocupaba el pulcro cubículo de control junto a prensa. Nadie tenía más experiencia en ello, por eso no fue extraño que ostentara la jineta de jefe de prensa tratando de hacer mucho con lo poco que teníamos, como era la tónica, pero también sin complicarse la vida en demasía.

Los que lo conocieron en radios como Gigante, Chilena, Portales y otras, además de su faceta docente en casas como la Universidad Central, han de mantener vivo su recuerdo y enseñanzas. Don Felipe vive en cada uno de los que fuimos sus discípulos, aprendices y estudiantes. Hemos de esforzarnos para que sus lecciones sean correctamente aplicadas en nuestras agendas. Creo que es el tributo más digno y honrado a la memoria de un prócer de su talla, que daba tanto y pedía tan poco.

Pendiente quedará esa cena con todo el grupete de cabros que lo mirábamos trabajar, conocíamos como refunfuñaba a veces y jugábamos con ese columpio permanente de ironía. Hace un tiempo me lo topé en un local de Macul junto a parte de su familia. Me expresó como lo hizo también vía escrita en redes, el orgullo por lo que hacíamos. Quizás esa deuda nos perseguirá, no haber sido igualmente explícitos de la admiración y agradecimiento por su papel en esa etapa de aprendizaje. Lo bueno es que nos conocíamos mutuamente y en el fondo, queremos creer que era algo asumido pero que nos faltó decirlo con una buena copa de vino en mano.

Ya nos veremos don Pipe, aunque no tan pronto espero 👋

[CINÉFILO PROMEDIO] «Oppenheimer»

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Ciencia, política e intimidad

Si es o no el mejor trabajo de Christopher Nolan, es debatible, pero que «Oppenheimer» (2023) es una muy buena película debiera ser indiscutible. La sólidez de esta biopic o cinta biográfica, es destacable incluso cayendo en lo convencional para un director más asiduo a los juegos temporales en el relato.

Cilian Murphy encarna al científico que cambió la historia de la humanidad, en la física, en lo bélico y en la civilización como la conocemos a partir del principal conflicto bélico del siglo XX, y ese rol lo asume con la prestancia habitual, la complejidad de un distinto, de una mente fuera de lo común. El elenco con Downey Jr, Damon, Blunt, Pugh, entre otros, giran en todo a su semblante y dependencia. Se trata de compactar todo, con la ostentación en escena que rige el cine actual, mezclado con los detalles prácticos que son la firma de un director como Nolan.

Todo lo técnico no es más que la suma de talentos al servicio de un largometraje de tres horas que a ratos abruma. «Oppenheimer» no es un film sencillo pero curiosamente resulta más llevadero que otras historias de Nolan. Sus contextos históricos, la monocromía y el maquillaje ensamblan para poder comprender de mejor forma esta reivindicación transformada en el redescubrimiento de un personaje clave en la historia.

Como buen largometraje histórico, tiene sus valles. Y si bien es más legible e invita a ser vista incluso con altibajos de atención, «Oppenheimer» es un ladrillo que pide madurez, la misma que despliega en sus actuaciones, reflexiones y objetivos. De aparente simplicidad, su entramado es una joya.

dado6Recomendación: Muy buena. Notable como producto. Madura y sólida. Más que entretenida, de esas casi irreprochables.

[CINÉFILO PROMEDIO] «The Marvels»

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Equipo sin consistencia

A estas alturas del universo Marvel puede ser discutible si «The Marvels» (2023) es lo que necesitaba en este momento la continuidad interminable de aventuras en la gran pantalla, basadas en cómics y súper héroes. Sin embargo, lo que podría decirse intentando un toque de objetividad, es que se trata de una cinta liviana, con ritmos irregulares y sin mucho para recordar.

En rigor, los tres ejes -independiente del tema de género- no llegaban a este momento estelar con muy buenos antecedentes, por lo que nada es sorpresivo; Larson como Capitana Marvel sin hallarle la vuelta a la personalidad de su personaje, Parris con una indiferencia de los seguidores tras su irrupción como ‘Protón’ en la serie «Wandavisión» y Vellani pese a su carisma, con una serie propia como ‘Ms. Marvel’ mal evaluada en la generalidad. Hasta Sam Jackson venía a los tumbos tras «Secret Invasion», la malograda serie de Disney+. Hablando de series para streaming, «Loki» en su temporada dos, exhibió en el cierre -pocas horas antes del estreno de The Marvels- una solidez que contrasta en múltiples áreas con esta suerte de secuela de «Capitana Marvel». Un abismo que separa con poco margen y deja en evidencia, el ying y el yang de esta industria.

La película en sí es comparable con un capítulo de alguna serie animada de súper héroes; es ágil, busca entretener como prioridad sin indagar demasiado en motivaciones, intenta el humor fallando en lo emotivo y sus villanos son bastante olvidables. Acá se da todo aquello resultando poco reconfortante ver los mismos errores de cintas del MCU que van quedando en el fondo del ránking propio; donde debe tomarse una pausa, donde se podría sentar un instante reflexivo o de emoción, se apura sin necesidad. Lo innecesario en cambio, roba momentos preciados en un metraje que se puede jactar de ser de los más breves en Marvel.

Una prueba innegable de estos traspiés es cuando las escenas entre y postcréditos, son más llamativas que el producto mismo, un filtro que «The Marvels» no supera. Para quienes no tengan mucha noción del mundo Marvel puede resultar más pasable, entretenida y hasta interesante. Para los seguidores más agudos, una desilusión más que los sitúa como el estado más probable a la hora de un estreno de sus personajes.

«The Marvels» quiere y tiene los elementos para ser más pero no lo logra. Un nuevo revés en cines que podría tener consecuencias.

dado 3Recomendación: Regular. Blanda. Los pecados usuales de Marvel con otra fórmula. 

[CINÉFILO PROMEDIO] «Tortugas Ninja: Caos mutante»

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Tibia mutación

Ligera, a ratos muy infantil y con varios pasajes donde no duda en reescribir la historia conocida de sus personajes o variando sus perfiles, «Tortugas Ninja: Caos mutante» (2023) es un válido intento de reverdecer laureles de una de las caricaturas más sonadas hace unas décadas y que quizás reciba ojos más críticos de quienes vivieron esa época pero puede ser lo que se ajuste más a los más pequeños hoy.

Tal parece que las consecuencias del cambio en la animación  y las nuevas reglas que impuso Sony y su «Spiderverse» se han hecho canon en la industria y esta nueva aventura de las tortugas se amolda a esos esquemas gráficos. Eso sí, acá el tono, ritmo y efecto de la película es diferente, alcanzando niveles más dispares.

Hace unos años, en 2014 y 2016, con Michael Bay detrás y Megan Fox encarnando a una April O’Neill imposible de pasar por alto, un live action había revivido los personajes en dos cintas que en sus parámetros, no anduvo ni mal ni bien. En este caso, «Caos mutante», proyecto que entre otros tiene empujando a Seth Rogen, tampoco aparece como un gran impulso de la franquicia. Todo muy lejos de esas verdaderas «fiebres» de los años 90. Esta versión, entre juguetona, absurda y efervescente, sí tiene su propio sello, objetivos malportados buscando salir de lo convencional y lo antes visto, lo cual consigue pero… a la hora de convencer, no hay duda que le falta algo más.

Si bien se le puede «perdonar» mucho en su legitimidad de acomodar y dar vida a su propia historia basada en los personajes, su capacidad de entretener bien podría ser puesta en entredicho. Más aún, en el deseo incierto de querer saber más de cómo continúa este resurgumiento.

dado 3Recomendación: Regular. En su irregularidad entretiene, genera curiosidad pero también algo de desconcierto. Todo con intermitencias.

[CINÉFILO PROMEDIO] «El caso Figo: El fichaje del siglo»

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Detrás de los costos y beneficios

Esta es sin duda una buena historia con el fútbol como centro pero también ofreciendo un recorrido por los negocios, los medios, los egos tras las instituciones y las metas deportivas. Todo con las voces de los protagonistas para entregar su propia versión. Esa es quizás la gran fortaleza de esta pieza.

«El caso Figo: El fichaje del siglo» (2022) llega a Netflix cumpliendo bastante de las expectativas de una historia conocida pero con sabrosos detalles y un relato que esconde varios secretos -algunos que deciden seguir guardando- y que pese a ser tan bullado, las actuales generaciones pudieran no estar al tanto o dimensionar sus alcances.

Este ejercicio, que a ratos parece mezclar deportes, negocios, farándula, es un cóctel de chimuchina que incluso daba para más pero resulta innegablemente disfrutable. Obviamente el contar con los testimonios de los incumbentes en la transacción más comentada de inicios del nuevo siglo tiene como costos, como no tironear ciertos nombres, conductas o momentos, pero aún con ello es un viaje que vale la pena volver a recordar, pese a dejar tantos pasajes para otra ocasión.

Por supuesto que ver esta hora y media sin muchas nociones de quién es Figo, qué implica la rivalidad Real Madrid – Barcelona o derechamente ¿qué es el fúrbol? carece de sentido. El cambio de milenio ofrecía sociedades distintas, otros contrastes y un mundo que tenía otro ritmo y canones. Hoy, lo ocurrido con el traspaso de Luis Figo como figura y símbolo de un club a otro o con la visión de Florentino Pérez de generar una máquina deportiva y económica a costa de muchos sacrificios e inversión, puede pasar como hechos mucho más cotidianos pero en el año 2000, fue un golpe a la cátedra que fuera de los márgenes deportivos, es probable que este documental quede corto a la hora de plasmar.

«El caso Figo», un repaso imperdible para los futboleros y más bien una mera curiosidad para el resto del orbe.

dado 4Recomendación: Interesante. En su nicho futbolero, un episodio que cambio el mercado del balompié.

[CINÉFILO PROMEDIO] «Air: La historia detrás del logo»

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Fe en el marketing

Han pasado varios meses desde que vi esta cinta, anticipablemente cargada al marketing, la idealización de ciertos perfiles y el placement de marca en una cinta con fines muy explícitos. ¿Válido? Absolutamente. De hecho la sobriedad de Ben Affleck dirigiendo junto a su dupla Matt Damon guiando en escena, es un ejercicio bastante logrado.

«Air» (2023) es una historia entretenida, bastante predecible pero en la línea de otras cintas con la mención de marcas que hemos visto recientemente, es decir, donde se avala con un buen elenco incluso la anunciada ausencia de Michael Jordan, dándonos a cambio una Viola Davis tan enorme como siempre y varios personajes recordables y muy marcados en sus perfiles.

Con todo y su condescendencia, la historia empresarial, con Nike jugando a ser David en una industria donde no se duda en estereotipar como gigantes sin principios a sus contrincantes, apelando incluso a argumentos raciales y de clase, es un relato que vale la pena conocer. Y sí, efectivamente el número de firmas que tienen las espaldas económicas para mover un film que los eleve en la industria del cine, masificando su nombre a nivel global, dándoles una ínfula ética superior, es algo que genera un poco de tedio pero en este caso, el resultado final avala los prejuicios.

En resumen, «Air» aparece como un ladrillo pero en el fondo es de esas cintas institucionales que busca ser inspiradora, generar empatía en ámbitos algo ajenos al ciudadano común como el mundo del marketing y recurriendo al gen emprendedor de grandes empresas para intentar demostrar las motivaciones. Artilugios que bien llevados, como acá, sirven de mucho.

dado 4Recomendación: Buena. De muy aceptable a buena como mínimo. Bien hecha. Algo plana en su historia, no así en sus personajes.