[eXprimiendo la web] Baterías de litio: Lo bueno y lo malo.

Enchufe el cargador 'lo justo y necesario'.

Enchufe el cargador ‘lo justo y necesario’.

*Chile tiene una riqueza única en cuanto a litio, y aunque sabemos que probablemente como el cobre y otras materias primas, finalmente se venderá a ‘precio de huevo’, en lo cotidiano es bueno saber cómo hacer para alargar o cuidar su vida útil. 

¿Le ha pasado o es de los que deja enchufado el cargador de su notebook o smartphone mientras hace otra cosa? Mucho ojo, porque esta es una de las causas más frecuentes de ir matando la vida de su batería de litio y de paso, aumenta el consumo ‘vampiro’ de su cuenta de electricidad. Además el mito que la primera carga debe ser de 12 horas es sólo eso, un mito. De hecho ni siquiera necesitan tiempo de ‘puesta a punto’ en cuanto a rendimiento.

Existe algo llamado efecto memoria (pérdida de capacidad almacenadora) que permite que un eventual deterioro pueda reestablecerse para reponer el daño desde cero, pues bien, en este caso eso NO existe. Por lo tanto se deben tener ciertos cuidados. Otro aspecto del ‘efecto’ es esperar a que el nivel de carga este al mínimo para volver a cargar. Eso se hacía con las baterías de níquel, con las de litio hacerlo es dañino y es recomendable aplicar el enchufe cuando promedie el 30% de carga.

¿Conviene sacar la batería del notebook cuando tengo corriente conectada? Sí, pero sólo cuando se le da un uso extenuante al equipo y este genere más calor. Por ejemplo, con páginas de juegos, vídeos o películas porque estos exigen más al note y -en mi caso personal- recomiendo también colocar un ventilador en la parte inferior y evitar la acumulación de calor por último con un objeto que levante el equipo desde abajo de la pantalla hacia el cuerpo, de modo de lograr que el aire circule. Retirarla puede dejarlo más tranquilo, pero la ley de Murphy acecha con los cortes de luz… tener siempre el aparato conectado no suele sobrecargar la batería ya que hay un circuito corta que entre más energía pero deriva en otros fallos así que evítelo.

Ya coincidimos que dejar conectada la batería a la electricidad es pésima idea. Asimismo, el calor es uno de los grandes enemigos de su duración pero atención, abandonar la batería tampoco es tan recomendable. En lo posible si se va a preferir de modo habitual la corriente alterna, se puede guardar la batería ojalá con 40% de carga y en lugares frescos y secos, todo para evitar el calor que puede ser por falta de ventilación (pc pegado a la cama, a la mesa) o por dejarlo enchufado siempre.

Por todo lo anterior, cargue su batería de litio cuando este aún con una o dos barras de energía dependiendo del equipo, es decir 20-30%. En cuanto a tiempo, tener conectada a la corriente la batería de su teléfono o pc personal por más de dos horas es una mala idea. Cuando cargue el aparato ojalá también este apagado, así el proceso podría demorar menos.

Batería de pc portátil.

Batería de pc portátil.

Las baterías de litio (Li-ion o iones de litio) son la nueva generación luego del niquel y otros materiales. Duran harto, cuando no las ocupas se descargan poco y son más seguras que las primeras de litio, más metálicas. Ahora no todo es miel sobre hojuelas; son caras, hay etapas donde pierden de golpe parte de su carga, el proceso de recarga es algo lento (en notebook), aguanta poco el calor y por supuesto, su deterioro es progresivo. En fonos, prefiera el cargador al modo usb.

Obviamente hay equipos como notebooks o smartphones que ya no viven si no están enchufados. En estos casos se recomienda no guardar las baterías de litio o intervenirlas pues se deterioran, son tóxicas y se recomienda depositarlas en contenedores especiales. Esto podría ocurrir -promedio- después de tres años desde el primer uso del equipo (ver fecha de fabricación). En caso de teléfonos (lo digo por experiencia propia) a veces hay menos suerte. Mi Blackberry 8520 ni siquiera cumple el año y ya con la batería hinchada, apenas dura unas cuantas horas. De las de fabricación china ni hablar, con todo respeto, un cacho. Prefiera marcas reconocidas y marcas originales. Sigue leyendo

Casi 20 años de cárcel al ‘Happosai chilensis’

Decomiso de prendas.

Decomiso de prendas.

Para algunos era un personaje rarifico y hasta divertido, pero José Miguel Roa Chávez no es un viejo como el maestro Happosai, esa animación amante de las pantaletas de la serie japonesa «Ranma 1/2» que a finales de los años noventa irrumpió con su ambiguedad sexual en la televisión chilena. Sin mucho divertimento el sujeto abusó de mujeres y les robó prendas íntimas en un fetiche tan particular como para llamar la atención de la habitualmente aburrida agenda informativa.

Con apenas 24 años, el llamado ‘psicópata de los calzones’ tuvo la mala suerte de enfrentar a la justicia encarnada en un tribunal compuesto solo por juezas. Así, Marisol Panes, Andrea Rodríguez y María Muñoz Jaramillo le endosaron casi 20 años de presidio por sus delitos en el Biobío entre el 2011 y 2012.

Con preferencia en Los Ángeles y Nacimiento, Roa Chávez sumó receptación, intimidación y robos con violencia, lo cual más los abusos le dieron una buena cantidad de años tras las rejas y otro sinnúmero de penas adicionales accesorias, como inhabilitación de cargos públicos y seguimiento de parte de la autoridad hasta 10 años después de la condena, entre otras. restricciones.

La justicia desestimó incapacidad mental del condenado y aunque no hubo atenuantes, si salió a relucir la famosa ‘irreprochable conducta anterior’. No obstante esto, a José Miguel Roa se le achacaron 12 años de presidio mayor en su grado medio y otros 5 años exclusivos por abusos, considerando 26 de los 33 delitos en total.

Happosai, the original.

Happosai, the original.

En cuanto al comentado modus operandi del maleante fetichista, por medio de distintas pruebas se indicó que el joven seguía a las mujeres generalmente al atardecer o en la noche, y las intimidaba con una pistola a fogueo o un objeto punzante y de paso las abrazaba como si fuera su pareja para no despertar sospechas. Acto seguido, las llevaba a lugares alejados o poco transitados para quitarle sus objetos de valor, ropa íntima y ocasionalmente abusarlas con tocaciones.

Se estima que al menos 30 mujeres entre 14 y 23 años fueron acosadas por Roa quien no sólo se contentaba con darle rienda suelta a sus lascivos instintos, sino que las insultaba e incluso grababa con cámaras de celulares.

Así en sectores acomodados de L.A. y Nacimiento, fue atacando hasta hacerse previsible y de pronto, con la pista que usaba frenillos logró darse con su rastro de parte de la Policía de Investigaciones, determinándose que trabajaba en un supermercado y estudiaba administración.

De este modo llegan a su fin las aventuras del ‘Happosai chilensis’, ese personaje libidinoso que buscaba saciar sus fetiches sacrificando la virtud de las doncellas sureñas. 19 años para pensar en sus desvergonzadas peripecias y donde el paisaje ahora, será muy distinto.

Fin.

Fin.