Rayos y menos centellas.
Pese a que las secuelas suelen requerir la vista de su capítulo anterior, en caso de cumplir con el requerimiento la recompensa con «Tron legacy» (2010) deja varias lecturas, algunas de ellas bastante dispares.
Disney se anima a reflotar una cinta generacional de comienzos de los ochentas y en el camino deja aspectos esenciales al debe, como la visión de futuro, la identificación con el momento social, despertar el interés juvenil, etc.
Le faltó asumirse como apuesta nostálgica, dada la ausencia de todo lo anteriormente descrito y en esa duda se queda a medio camino y no engancha a unos ni a otros. Aún así, quienes efectivamente vieron la versión anterior dirán que la linea de continuidad es aceptable.
Lo infeliz de la secuela es que no se aprecian -con la diferencia que debieran- las depuraciones de un argumento mejor estudiado y que le perdonamos a la primera parte. Si bien la cinta destella efectos especiales, no aparece como «una continuación necesaria» y eso resume su aporte a la marca «Tron».
Estéticamente bien elaborada gracias al molde original y con un guiño interesante a la música actual por descubrir (…) será difícil que resulte atractiva para los públicos noveles y estos a su vez, es difícil que se interesen por ver la precursora.
Remembranzas que asemejan a otras cintas y todo lo mencionado hacen de esta cinta una de corte prescindible, incluso para los que vieron la primera parte y en caso que lo hagan, notarán que el sinsabor es grande en momentos clave y sin el poder de asombro que poseíamos antaño.
Regular. Tiene buena factura técnica pero deja grandes dudas. 😐
EL CITÉ DE BUYINSKI 