Cate al borde de un ataque de nervios.
Lo último de Woody Allen por fin repunta luego del desgaste que sufrió su periplo cinéfilo por la Europa Clásica, ese que tuvo como punto más alto «Vicky Cristina Barcelona» (2008) y como fondo la más reciente «A Roma con amor» (2012). (nota: «Match Point» (2006) tiene una solidez diferente y casi no parece película de Allen).
«Blue Jasmine» (2013) es una exhibición dual del modo que al realizador neoyorkino le gusta hacer lucir a su estrella, especialmente en un rol femenino, y a su vez, como esta debe y en este caso está a la altura no sólo de lo que pide el estilo del director, si no de las expectativas del público.
Cate Blanchett mezcla en esta cinta parte de su destacado y sabido repertorio, llevándonos desde su elegancia natural hasta esos episodios dignos de Almodóvar. Incluso abre el apetito para verla trabajar con el español, pero lo cierto es que su participación en el protagónico es un derroche de talento innegable.
Sobre la realización misma, a esta altura seguir pidiendo al Woody Allen de antaño, de otras décadas es un ejercicio inútil. Su cine tomó otros rumbos que no volverán a transitar por el absurdo más que por momentos o más bien, a cubrir esa comedia de aires negros, sarcásticos y oscuros acerca de la vida misma y las personas. Allen deja en claro que todo cambia; las personas, sus historias, pero en el fondo, curiosamente la esencia es similar pero con otro enfoque.
Posiblemente este sea un film que descoloque o resulte inentendible para muchos. Sin un objetivo claro quizás, pero ese desconcierto es uno de los propósitos de esta película que logra lo más difícil, verse liviana aún cuando posee un argumento cargado de detalles y de escenas con evidencias tan contrastantes como el ying y el yang, donde el dire se da el lujo de hacerse impredecible, un tremendo plus.
En una hora y media vemos una historia que quizás hayamos visto mil veces, pero con los lentes de Woody Allen, el oscuro, todo se ve distinto. El aplauso por esta levantada argumental y de puesta en escena es evidente. Te puedes reír, pero emocionarte -más aún con actuaciones como las de Blanchett- es a ratos inevitable.
Recomendación: Bien por Woody Allen y Cate Blanchett. Un drama de sonrisas oscuras y reflexiones interesantes. 😀
EL CITÉ DE BUYINSKI 