[ACTUALIDAD][CRÓNICA] «Chile: Incertidumbre de Noviembre»


Por Christian Reyes desde Santiago de Chile
para Radio Portales de Santiago
🇨🇱 y thejournalist.es 🇪🇸

 

Los Prisioneros, Sol y Lluvia. Víctor Jara. El cancionero popular con himnos que apelaban a la necesidad de cambios en décadas de la dictadura de Augusto Pinochet hoy vuelve a sonar en Santiago y el extenso territorio que se ha hecho partícipe exigiendo cambios que nuevamente llevan a Chile a ser un caso digno de estudio.

«La Suiza de Latinoamérica se cae a pedazos» recitan algunos blogs. Y es que a diferencia de otros países de la región, Chile tiene una inflación controlada menor al 3%, el dólar y un peso en buena relación, desempleo entre 6 y 8%, el ingreso pér cápita más alto de Latinoamérica por 14 años (3.458€ euros trimestrales) y pese a la recesión reinante en el mundo, crece entre 2 y 3%. ¿Qué sucedió entonces? Pese a que la CEPAL sostuvo que el país redujo la pobreza entre 2015 y 2017 de 13,7 a un 10,7%, las carencias en la calidad de vida de las personas, más allá de los números, son el gran gatillante de esta catarsis social.

La sociedad que funcionó como gran ejemplo de las ventajas del capitalismo y el libre mercado, en sus sombras, fue engendrando un tumor maligno en sus entrañas por casi 40 años, donde al margen del civismo de la llamada «buena política» y erigirse prácticamente como el país con más tratados de libre comercio en el mundo, el dinero y su influencia lo es todo en el día a día de sus habitantes; hay salud, educación, vivienda y pensiones entre otras áreas socialmente sensibles pero a un costo desproporcionado de años de vida o de bolsillo. Todo está ahí pero no al alcance de todos, dando pie a una desigualdad insultante que pese a los titulares de la prensa mundial, a los economistas más galardonados no les sorprende.

Acá no hay desabastecimiento pese a la ola de siniestros de fuego y saqueos de supermercados por descontentos y delincuentes de los primeros días pero tampoco hay normalidad especialmente en la capital tras la quema de estaciones del tren subterráneo, cuya alza en las tarifas para la mitad del país que vive en la capital fue la chispa que encendió este polvorín social donde el Gobierno de Sebastián Piñera es responsable merced a una seguidilla de malas decisiones digna de un desafortunado manual.

Del oasis a la guerra

El Mandatario pasó en cosa de días a atender a la prensa diciendo que Chile es «un verdadero oasis» dentro de una «América Latina convulsionada» a reaccionar sobredimensionadamente a manifestaciones estudiantiles por el alza en el valor del pasaje de Metro que ya llevaban más de una semana aplicándose. Desde el lunes 14 al jueves 17 fueron cuatro jornadas con llamados a evadir masivamente los torniquetes de parte de los secundarios mientras el viernes 18 tras manifestaciones focalizadas en Santiago la respuesta del Gobierno pasó por reforzar la fuerza policial con dureza.

Para la noche de aquel viernes, en rigor el día 5 de movilización, tras ser sorprendido por la crisis en una pizzería de un sector acomodado de Santiago mientras ardían las primeras estaciones, la situación no mejoró. Para el sábado 19 la declaración de zona de emergencia con el nefasto simbolismo de los militares en la calle y toque de queda con restricción a las libertades fueron el triste prólogo de «apagar el fuego con bencina» ante un estallido social que por supuesto despertó la solidaridad desde las regiones. Llegando así el domingo 20 con una amarga guinda semántica: «Estamos en guerra».

Desde entonces, tras una docena de días, una marcha de un millón y medio de personas solo en Santiago (el 10% de la población del país), las movilizaciones en regiones y crecientes y preocupantes cifras que incluyen una veintena de muertos, heridos, detenidos y denuncias por torturas y violaciones de derechos humanos, el Ejecutivo ha hecho cambios en su gabinete e impulsado una agenda social que curiosamente no ha considerado hasta hoy voces de estamentos populares o gremios.

Noviembre será entonces el lienzo en blanco donde promesas como una Nueva Carta Fundamental o cómo representar en la discusión de Presupuesto en el Congreso Nacional los gastos de esta nueva agenda aparecen como pétalos para esta primavera chilena marcada por el despertar social. Cómo lidiar con el mundo (la cita de APEC es en Chile) y con los propios chilenos para que retomen sus rutinas sin olvidar que quieren cambios urgentes para acceder a una mejor vida más allá de gráficos y cifras macroeconómicas es el gran desafío para Sebastián Piñera y los suyos. No es fácil, no cuando la «Revolución de los 30 pesos» demostró que los grandes montos y flechas de crecimiento no importan cuando se mueren tus abuelos por falta de salud o tus hijos no estudian por falta de recursos.

Las lecciones están pero hasta ahora se respiran más bombas lacrimógenas que aires de cambio.

[CINÉFILO PROMEDIO] «Las dos reinas»

Alicia vs la Reina Roja

«Las dos reinas» (2018) o «Mary, Reina de los escoceses» es un relato histórico novelado, de esos con castillos, realezas al desnudo, luchas por tronos que aparecen como imanes de problemas más que privilegios y en este caso, con dos protagónicos femeninos en una suerte de guerra fría en la Britania del siglo XVI.

Lo femenino de hecho es el centro de una película que lo trasunta poco para lo que pudiera ser o esperarse. La crudeza de algunos momentos ya bien entrada la trama son un recuerdo que estamos hablando de tiempos de prevalencia masculina, en este film, relegados a miserables posiciones de peones en el tablero. Estas historias gustan especialmente a mujeres y seguidores de la cronología que marcó una época en la isla británica, con disputas por las coronas y pleitos muchas veces dramáticos entre pasillos y calabozos.

La guerra fría entre las protagonistas es una tónica sin embargo es por algunos trazos poco fructífera. Puede que incluso de para replantear la validez de la cinta como esta pero es ahí donde las actuaciones salvan ayudadas por una manija teatral de diálogos y coronada con paisajes de una inmensidad que hace minúsculos a los propios personajes. Mención aparte si a alguno le recuerda a la Reina Roja de Tim Burton.

«Las dos reinas» es interesante, a ratos buena, en otros momentos algo agobiante. La recomendaría con las salvedades que he descrito, sin revelar más de la trama. Queda corta en varias cosas y aspectos logísticos para el tenor de la historia que esta contando y pese a los dos perfiles femeninos fuertes y lo ingenioso de algunos diálogos, no despega nunca con un tinte de épica que apenas insinúa ya cuando es demasiado tarde.

Recomendación: Interesante a buena. Polarizadamente femenina. Irregular que vale la pena por sus aciertos.

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[CINÉFILO PROMEDIO] «Todo el dinero del mundo»

El precio del dinero

Basado en hechos reales y recomendada para quienes gusten de historias de secuestros, de época, de intriga, «Todo el dinero del mundo» (2017) entrega varios de estos elementos característicos quizás de forma no tan lucida pero de forma menos predecible que otras similares.

La fortaleza de esta película es que básicamente nos da lo que queremos: cuento, personajes, matices y roles marcados. Plummer es todo lo que queremos que sea como antagónico, como si fuera la oscura vejez del siniestro Capitán Von Trapp sin haber conocido a la hermana María y por otra parte, Michelle Williams nos sorprende tanto por su personaje como por su desplante. Puede que algunas de sus cualidades como historia nos hubiera gustado verlas más enfatizadas, pero Ridley Scott hace lo que debe, ni más ni menos.

El contexto en que se desarrolla sin caer en algunos lugares comunes y el explícito sesgo en torno al dinero son parte de los ejes que acompañan a esta cinta. De hecho el dinero es todo más allá del título mismo: es herramienta, medio, prisión y poder. Algo debe dejarnos o al menos eso es lo que intenta hacer el director con esta historia, en un escenario tan real como actual.

«Todo el dinero del mundo» es una fábula sin tiempo. Una crítica no solo a ciertos personajes que poseen el dinero en cifras incontables sino también a quienes se subordinan a su imperio o a quienes aspiran a estarlo. De algún modo el cine de Scott ha tocado este tópico antes y no será extraño entonces que lo siga haciendo.

Recomendación: Vale el rato, es interesante y se agradece el relato. Algo plana en momentos pero repunta.

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[ACTUALIDAD] [COLUMNA] «La derecha encubierta que triunfó en las urnas»

Sebastián Piñera, Presidente Electo 2018 – 2022

Si le pregunto ¿es Chile hoy un país de derecha o con electorado de derecha? Posiblemente usted conteste que no, aún siendo partidario o simpatizante de dicho sector, pero lo cierto es que si nos guiamos por las cifras presidenciales todo indica en esa dirección. En otro tipo de elecciones puede que el resultado sea más disperso pero la radiografía actual nos dice que si, al menos en cuanto a electorado comprometido (y efectivo).

Vayamos sumando. Somos un país asumido como conservador. Es cierto que aparecemos en el mapa mundial como un país que se moviliza a derribar barreras de discriminación, tabús religiosos validados legalmente y ampliando los derechos de minorías hasta ahora excluidas de los debates públicos. Usando métodos «muy a la chilena», muchas veces desprolijos, pero avances al final de todo. Ahora ante la rotación de poder parece que una vez más nos quedaremos a medias, también en un sello «muy a la chilena».

Sociológicamente una de las lecturas que se ha hecho es que los que más se atrevieron a expresar abiertamente su parecer, preferencia o color político fueron los jóvenes, especialmente en primera vuelta cuando aún estaba abierta la opción de Beatriz Sánchez, ya que posteriormente ese entusiasmo no se vio reflejado a la hora de poner fichas en una apuesta como Alejandro Guillier. Un nombre nuevo pero sin grandes propuestas que movieran la balanza hacia los enunciados más rupturistas o atractivos del Frente Amplio. Al final se impuso el bienestar personal y mediato por sobre las reformas de fondo, generales y a un plazo más extenso.

También da para metáforas cuando se habla del por qué la elección la perdió la Nueva Mayoría (o Fuerza de la Mayoría) además del Frente Amplio en circunstancias que no solo se trata de un partido perdido por un equipo sino ganado por méritos de un rival que mostró despliegue territorial, ganancia de indecisos y aumento de votación. Si bien creció la cantidad de votantes eso no pasó por la centro izquierda, bien pudieron ser los votos dormidos de Piñera que pensaron que ganaba fácil en primera vuelta, como el caso de La Araucanía, reducto reconocible de la derecha donde la expansión fue superior al 62%. Se puede hablar de un error al sobreestimar el potencial presidencial del FA, con un electorado aún caprichoso, volátil.  La actitud de sus referentes pudo ser factor pero no se les debería endosar toda la culpa.

Acá vimos un castigo a la tibieza. No solo de parte del Frente Amplio sino que igualmente desde el comando de Guillier por no recoger de forma más activa los enunciados de ese sector.

Las conclusiones, aún en evolución son por ejemplo que los votos no tienen dueño, aunque algunos insisten en ello. Si las encuestas quedaron desacreditadas en primera vuelta en esta pasada lo fueron los oráculos. No faltará quien diga que el «Chino» Ríos anduvo más claro que Pepe Auth, pero honestamente no hubo sorpresas.

El Nuevo Congreso anticipa largas batallas con un favot misceláneo que hacen coherente el llamado a la unidad realizado por los ganadores, aunque del dicho al hecho… Ahí el rol articulador de Larroulet o quien sea designado como el Segpres de turno será clave para llevar una agenda que podría estar plagada de trampas en círculos y contratiempos, perjudiciales para el país.

¿Qué será de Beatriz Sánchez? ¿A qué se dedicará o de qué vivirá en estos cuatro años hasta la siguiente elección? Es una gran incógnita. La derecha tiene nombres para pensar a futuro, en la centroizquierda no hay mucho más. Su electorado veremos si madura o se mantiene como meros demócratas de escritorio, de redes sociales, donde para ir a marchas no titubean pero son flojos o escrupulosos para ir a las urnas.

Es de esperar que ahora que la historia se repite (Bachelet dándole la banda presidencial a Piñera) se haya aprendido de los errores: Chile Vamos aprendiendo a ser Gobierno desde el primer día (sin fanfarronear de más, no dejando puestos año y medio sin definir, etc), y la Centro Izquierda haciendo una oposición con sustento, ya que desde 2010 fueron recurrentes los bochornos y quiebres internos. Además tras el inédito escenario de la derecha volviendo al poder democrático tras medio siglo, en 2014 perdieron y en la vereda contraria no fueron capaces de generar nuevas figuras, volviendo así a una revisita innecesaria.

La guinda, el Gobierno de Michelle Bachelet tuvo éxito en su campaña: Logró que más chilenos fueran a votar, su problema es que fue por un candidato de centro derecha, con una cantidad de votos solo comparable a los años noventa, cuando nadie imaginaría que décadas después nos volveríamos un país de derecha, electoralmente hablando.

[COLUMNA] «¿No sabe qué regalar?… Entonces no regale»

regalo

Este es un pendiente acorde a la fecha navideña, llena de polémicas y acusaciones de consumismo pero que solo miramos de reojo. Porque aceptémoslo, nos gusta ahorrar pelambres y comentarios así que ante la vergüenza preferimos comprar algo especialmente a quienes sabemos que nos van a regalar un presente. Pero ahí es donde el ojo publicitario hace rato astutamente hizo de las suyas.

Si sabemos o no qué regalar refleja una sola cosa: si al cabo de un año de compartir con quienes queremos no somos capaces de darnos cuenta qué necesitan, qué les falta o más genérico y atemporal aún, qué les gustaría recibir, es porque no les hemos dedicado el tiempo suficiente y que se merecen.

Las razones para esto pueden ser múltiples y entendibles, pero valga la autocrítica en cada uno en su interior. Lejos del comercial de la telefónica española y su afán por vendernos celulares. Si no sabe qué regalar, tómese un minuto antes de sacar la billetera y comprar al voleo. Es mucho más honesto pensar en esa persona y lo que le podría gustar, y no comprar a ciegas para luego evaluar a quién le acomoda el regalo. Por último, no compre, pero regale algo.

Ad portas de un nuevo año, nada mejor que dar vuelta la página pensando en el otro y poniéndonos tarea para que la próxima navidad, cuando volvamos a ver el dichoso comercial por tevé con frasesitas que todos alguna vez pensamos, hagamos el recuento conformes tras un año mucho más en contacto con quienes queremos.

[COLUMNA] «Justos por pecadores»

Photosport / UNO, Cooperativa.clSoy un hincha de equipo chico. Cuando por motivos geográficos no podía ver a mi escuadra de infancia -que estuvo relegada casi tres décadas a segunda y tercera división, visitando poco la capital- reconozco que gané simpatía por otros, pero sin interferir mi deseo de estar en los potreros viajando para apoyar a mis colores. Por eso me cuesta entender que algunos piensen que eso se hace con punzones, estoques y matando al contrario, literalmente. Desangrarlo.

Sin juzgar a los que más que ser seguidores de un equipo, les gusta un club por sus títulos o incluso por su hinchada, quienes realmente generamos un sentimiento con una insignia; por lazos familiares, de orígenes, por afectos varios o por cualquier historia particular, jamás pensaríamos en obtener la victoria a toda costa, pensando en ello como recurso el de saltarse el reglamento, alterar el orden público, dañar la infraestructura y delinquir.

Generaciones pasadas, yendo en familia al estadio a alentar a su Colo Colo querido, a las universidades, los representantes de las colonias con todo su colorido y las particularidades que desde siempre presenta nuestro Chile, son aspectos que por su ausencia en estos días dan para llorar.

Urge que quienes siguen llenándose el bolsillo en clubes que reciben derechos de televisión independiente de los desmanes y tienen una cartera de socios abonados que ya cancelaron sus cuotas, dejen la indolencia de condenar «decorativamente» a los responsables y pasen a las acciones concretas, de lo contrario no quedará otra que pasar a descontar puntos.

Sí, porque cambiar los horarios, poner más carabineros «mancos» (sin atribuciones para hacer nada frente a intentos de homicidio flagrantes), jugar sin público o solamente de un bando, son medidas que no dan resultado. Ahí también el Estado y el Ejecutivo como su representante dan tanta vergüenza como el lamentable espectáculo mismo, porque apuntan a un evento privado pero facilitan estadios construidos con los impuestos y se desentienden del arraigo popular de la actividad y su nivel de convocatoria. Una comodidad culpable.

Así terminamos pagando justos por pecadores. Yo a mi equipo lo voy a ver contra cualquiera que no tenga barras denominadas «bravas».  Ahí veo familias, niños, abuelos y jóvenes, pero al mismo tiempo que debo restringirme de ir con mi pareja a partidos contra «los grandes» por los riesgos que ello implica, siento pena igualmente por amigos y chilenos anónimos -de cualquier equipo- que no pueden ir con sus hijos por miedo a la intimidación y agresión que sufren por vestir una camiseta.

Lo malo es que volvemos a lo mismo: querellas contra «los que resulten responsables», ínfima cantidad de detenidos que salen al día siguiente, clubes que no se responsabilizan de sus adherentes aunque deberían, autoridades «condenando», jugadores «lamentando» pero cosechando los puntos y las primas en dinero, e hinchas que aún portándose bien, no podemos ir al estadio por culpa de los mismos de siempre.

Pagamos justos por pecadores, aunque nunca hayamos tirado una bomba de ruido o atacado a alguien con un estoque. Los dirigentes que convocan a las fiestas donde van delincuentes disfrazados con camisetas de sus clubes y las autoridades que prestan recintos del Estado y ven delinquir en los alrededores, de una vez por todas ¡pónganse serios! Den atribuciones de emergencia a una situación de emergencia con todas sus letras y apliquen medidas de shock, con inversión pero también con rigor.

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[COLUMNA] «27F: Lecciones mediales pendientes»

fogata damnifA cinco años del brutal terremoto del 27 de febrero de 2010, pareciera pasar desapercibido y visto como anécdota la importancia que tuvieron los medios de comunicación para suplir la incapacidad de las autoridades de llegar con mensajes claros a la ciudadanía, esa que estaba asustada, sin orientación y preocupada por sus seres queridos en la zona cero de la catástrofe.

Tal como apenas una hora después de las 03:34 am en lo personal andaba en La Moneda sacando declaraciones sobre lo ocurrido, emisoras como Cooperativa, ADN, Biobío y un sinnúmero de estaciones regionales conectaban a millones de chilenos que se quedaron sin suministros básicos y en medio de la incertidumbre de nuevas réplicas.

Por esos días se recalcó la importancia de la radio, de cómo pese a los múltiples avances tecnológicos seguía siendo puntal a la hora de dar asistencia a la población, de sus recuerdos queribles, su buena evaluación ciudadana, etcétera. Sin embargo a cinco años de la debacle -como suele ocurrir- las lecciones pasaron al olvido.

En 2010 cuando pudimos reparar los desperfectos en nuestra radio, transmitimos programas especiales junto con la campaña «Chile ayuda a Chile», donde nos llamaban personas desde Dichato y Cobquecura, a cientos de kilómetros, pero que escuchaban nuestra señal AM reunidos cerca de una fogata gracias que no habían muchas otras antenas en pie. La voz de esos chilenos en esos momentos y su sentimiento de fraternidad y agradecimiento era indescriptible.

El dial AM en Chile vivió menospreciado desde los últimos años de la dictadura, esos donde se vendió todo a precio de huevo. A diferencia de un sinnúmero de países del mundo, como Argentina donde la Amplitud Modulada es respetada y sinónimo de conectividad, cobertura, informaciones y deportes, en nuestro territorio es igual a iglesias evangélicas, ventas de productos naturales, adivinadores, entre otros tópicos.

Es lamentable que por estos lares todo pase por el dinero, los intereses, el lobby y nadie -como suele decirse en el fútbol- ponga la pelota contra el piso y piense responsablemente en lo que es mejor para la población, no sólo ante la ocurrencia de emergencias y catástrofes, sino por sentido común y posibilidades infinitas, laborales, comunicacionales, diversificación, de servicio a la comunidad. Potenciar el dial AM es urgente. Así al menos se pensó tras el 8.8 Richter del 2010.

Por eso no extraña el auge de radios online, ventanas que buscan escapar de los monotonos contenidos del dial nacional, ese que en realidad es monodial, porque sino no es FM no existe, para auspiciadores y por ende según se cree, para usuarios. Para colmo, las autoridades sin ninguna vergüenza y con una falta de visión patética, han dejado ingresar autos, radios, mp3, celulares y todo tipo de accesorios sin acceso a la banda AM. Triste.frecuencias-de-los-pensamientos

Toda los análisis, cosas a mejorar, conclusiones y demases en medio del dolor, quedaron en palabras. Claro, hasta el siguiente cataclismo, donde recordemos que el dinero, los holdings empresariales de medios y la acumulación de poder no cuentan cuando la prioridad vital es lo primero y estar comunicados una necesidad que no podemos seguir midiendo en billetes.

[COLUMNA] [DEPORTES] ¿Por qué la Sub 20 no dio el ancho en el Sudamericano?

COLOMBIA - CHILELo de la Selección Chilena Sub 20 en el Campeonato Sudamericano de Uruguay es tierra fértil para las críticas despiadadas y amerita una de las pasadas de guillotina más justificadas de las que se tenga memoria en el último tiempo. No obstante, los malos resultados no son solo culpa de los que se pusieron el buzo, sino también de la administración Jadue y la ANFP que ha fracasado rotundamente en series menores.

Al margen de la clasificación a Turquía 2013, la salida de Mario Salas, el nefasto paso de Nelson Vivas y la pasiva llegada de Hugo Tocalli a la banca Sub 20, sacándose el terno y poniéndose el buzo, la visión dirigencial de un equipo juvenil nulamente identificado con el juego del seleccionado adulto es preocupante y pena una autocrítica, esa que casi nunca se ha hecho para darle identidad a nuestro fútbol. Un debate postergado y oculto tras la exitosa estela que deja la Roja mayor, pero que en las inferiores, Sub 20, 17 y otras, hace mella en las mentes de los vienen.

Hasta cierto punto, uno pudiera hacer el símil con lo que ocurre en el tenis, con la denominada «falta de tiraje» o «generación de recambio». Algunos ex técnicos de la categoría derechamente han planteado una frase lapidaria, cuestionando el talento de los chicos. José Sulantay, César Vaccia, Héctor Pinto y Leonardo Véliz coincidieron en que la actual generación carece de grandes futbolistas. Así no más. Sigue leyendo

[COLUMNA] Que sigan las sonrisas

leo-ramosLa apuesta era por los laureles y millones de dólares que tenía el plantel de dueño de casa. Qué cuántos goles se marcarían contra el débil visitante, un reencuentro soñado con una hinchada que repletó el estadio, preparándose para Copa Libertadores, nueva indumentaria y debut de millonario sponsor, etc. Nada de eso le importó a un puñado de profesionales que actuó como tal y llevó alegría al oasis de la puerta norte de Chile. El Santo evangelizó al Cacique en su propia ruca.

Porque a diferencia de todos los equipos profesionales de fútbol del Norte Grande del país, las poderosas empresas mineras no subvencionan a este club que desde sus inicios debe batírselas por si mismo y su gente; amable, cordial, hacendosa. El ariqueño sabe que el equipo de sus amores es modesto pero que ante todo, brinda batalla donde sea y contra quien sea para defender el emblema del morro, que desde el nacimiento, marca mucho más que un peñón de roca sino que es una inspiración de vida para quienes crecieron al alero de la ciudad de la eterna primavera.

El campeonato pasado ante Audax Italiano, apenas semanas antes, la falta de chispa era impresionante desde las tribunas de La Florida. Ni siquiera el capitán Carrizo ordenaba y motivaba a los suyos y conforme avanzaban las líneas en el campo de juego la descordinación era total.

Hoy el momento parece ser distinto. Fernando Vergara partió con el pie derecho, qué duda cabe, pero apenas lleva una semana como director técnico de la celeste. Los Bravos sintieron -y cómo no- la salida de un buen profesor como Fernando Díaz, pero donde la relación con la dirigencia sumado a la baja de rendimiento general y en especial de algunos refuerzos, llevaron a una salida traumática del estratega.

La meta para permanecer en primera ya es difícil, pero proyectar metas a mediano y largo plazo parece serlo aún más. Tenemos buenos elementos de cantera, quizás no tan prolíficos como Iquique en cuanto a referencias cercanas, bien por ellos, pero somos bastante más acogedores con quienes se brindan por el orgullo de los nuestros.

El gol del ex Deportivo Armenio, Leo Ramos en el arco sur del Monumental es un hito sólo comparable a los ascensos del santo en las últimas temporadas. Permite ilusionarse, sonreír y motiva para el trabajo que queda por delante, cuya tarea es bastante dura.

Es de esperar que los liderazgos no decaigan, que los talentos fluyan y que quienes se mantenían con un perfil bajo se destapen. Todos los ariqueños de corazón lo esperamos y queremos que ese bello rincón del Pacífico y su esforzada gente, vuelvan a sonreír, todo cuanto sea posible.

[COLUMNA] «Chile, tierra de mitos»

bicentenario-chileNo se trata de alusiones a la mitología chilota o una mirada a nuestra herencia costumbrista. Hablo del hipócrita disparo a la manada, a la bandada que vuela armónicamente en lo alto por parte de francotiradores escondidos entre la comodidad del follaje.

En Chile, según su propia gente, especialista autodidacta en el arte de rezongar o lanzar el comentario centrado en una sola frase punzante, anónima y cobarde, todos tenemos algo que ocultar, a quien deberle o un pecado mal generalizado dentro de nuestro quehacer.

Por ejemplo, todos los políticos son corruptos y chupasangre, los futbolistas son todos flaites, los artistas unos drogadictos, las modelos prostitutas y la prensa sirve a los intereses de los grandes empresarios, que a su vez, son unos explotadores y viven chantajeando a los políticos para redondear el círculo vicioso. Y así podríamos seguir horas; que los médicos son unas sanguijuelas sin corazón que sólo quieren dinero, los profesores reclaman por todo y son unos comunistas que no hacen nada, algo parecido a los vagos estudiantes, los gremios y sindicatos se arreglan los bigotes con la autoridad, mientras el pobre pueblo trabajador (donde todos aseguran estar) subyace indefenso.

La acentuación de esta conducta natural en nuestro adn chilensis se ha acentuado en los últimos tiempos escudada en la validez de las llamadas «demandas ciudadanas», que dicho sea de paso, distan bastante de aportar al no ser capaces de asumir los dichos que se emiten, fundamentarlos y proponer las soluciones serias de cada caso.mito

Este reclamo no es un mero desahogo al estilo Spike Lee, de hecho, atribuyo esta conducta a tiempos recientes dado que al leer una reseña de Jorge Abasolo sobre el «Mito del Reyno de Chile» de Marcelo Escobar, es indudable recordar la riqueza y sencillez de los habitantes de esta tierra en otros tiempos, donde al parecer canalizaban mejor las energías negativas y por supuesto, la ausencia de capitalismo descarnado, la lucha por el éxito y la vida en general, era menos complicada que la de hoy.

La forma en que logremos sopesar las críticas y evitemos la generalización de las malas prácticas desde la base que no se puede rotular un todo por los cuestionables hábitos de unos pocos, lograrán que podamos finalmente reducir la creciente y a ratos descontrolada crítica fácil, cobarde y anónima de ir creando mitos maliciosos en torno al desempeño de áreas de nuestra de sociedad. ¿Otro ejemplo de nuestra inconsistencia? Nadie discute que los bomberos son héroes, como pocos trabajos es reconocido y admirado, sin embargo suelen ser apedreados cuando llegan a sofocar las llamas.

Maduremos de una vez, porque querámoslo o no, de tanto mancharnos entre nosotros mismos, algo sucio quedará como mito incuestionable, hermanado de la realidad, para las nuevas generaciones y eso créanme no es para nada justo.